martes, 19 de octubre de 2010
el tiempo
Lo gestionamos, lo compartimos y lo compartimentamos. Lo ordenamos y lo clasificamos. Cuando pasa, hay quién ni se entera, y hay quién intenta frenarlo atacándolo con un bisturí y balas de silicona. Los más normalitos a veces nos esforzamos mucho, y logramos ganarle unos segundos, como si fuéramos Bold, y él, 100 metros lisos. A veces, le miramos impasibles, sin ganas de jugar con él. Otras veces, conseguimos entablar con él una partida de ping-pong, así, al mismo ritmo, en equilibrio, al mismo nivel. Pero al final del día, cuando la cosa ya está más pong que ping, llega el momento de reconocer la derrota, a veces dulce, a veces agria, casi siempre agridulce, y abandonándome a su paso, yo me declaro su fiel y digna perdedora.
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6 comentarios:
El temps, allò que quant a tens no saps que fer-ne i quant no, et manca.Petons.
és punyetero el malparit...però sempre n'hi ha una mica per fer uns comentarios, eh? celebro trobar-te per aquí reina.
No, Pim Pam.
els Rolling ho explicàven bé...
taaaaim is on mai saaaid,
yes it iiis.
Joder! Qué perdeora ni qué perdeora!
uri!!!!!!!! i per aquí, el temps, què tal?
Temps, suspends ton vol.
Cuántas veces he perdido esa batalla.
He llegado a tu blog por prescripción facultativa y me ha encantado.
Un beso.
caray, pues me alegro. encantada igual. saludos
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